En Chile, cerca de un 12% de las personas sobre 65 años padece este trastorno neurológico que se manifiesta como un deterioro progresivo de varias funciones cognitivas. En el marco del Día Mundial del Alzheimer, Francisca Albert, neuróloga de IntegraMédica, nos cuenta más sobre esta enfermedad, los factores de riesgo y qué se puede hacer para ayudar a prevenirla.
Santiago, 21 de Septiembre de 2021–. El Alzheimer es un tipo de demencia en la que se produce un deterioro progresivo de las células cerebrales, dañando muchas de las funciones cognitivas de las personas que lo padecen. Generalmente, los síntomas comienzan a desarrollarse lentamente, pero empeoran con el tiempo hasta llegar a impactar en las actividades cotidianas.
“Es una patología en la que se presenta pérdida del juicio y de la capacidad de realizar actividades que antes eran fáciles, provocando falta de independencia. Los estudios indican que en Chile el 12,6% de los adultos mayores a 65 la padecen, llegando a un 30% en personas sobre 80 años. Sin duda, con el envejecimiento progresivo de la población el número de pacientes afectados por esta condición irá aumentando progresivamente”, explica la neuróloga Francisca Albert, quien se desempeña como Director Médico de Centros Médicos y Jefe Técnico Neurología de IntegraMédica.
Síntomas de alerta
De acuerdo a lo que explica la especialista, hay que consultar cuando en una persona se observa pérdida de memoria, problemas de lenguaje y tendencia a perderse fuera de la casa. “Los signos de alerta varían de paciente a paciente, pero hay que reaccionar cuando se muestre una pérdida del nivel de funcionamiento con respecto al que había antes”, detalla la doctora Albert.
Se trata de una condición que no es hereditaria pero que sí tiene algunos factores de riesgo asociados, como la edad, la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, la obesidad, el abuso de alcohol, la apnea del sueño y la depresión.
Buenos hábitos
Es importante decir que si bien existen tratamientos para retrasar su progresión, el Alzheimer no tiene cura. “Un estilo de vida saludable puede ser muy beneficioso para bajar los factores de riesgo y tener una mejor reserva cerebral. Con esto me refiero a mantener una buena alimentación, con alimentos frescos y bajos en grasa; tomar más agua; dejar el tabaco y otras drogas; practicar actividad física moderada todos los días; descansar 7 a 8 horas y mantener vida social”, recomienda la neuróloga.