Carolina del Norte, que vive una de las peores inundaciones, totaliza 37 muertos, mientras siguen las tareas de rescate y se intenta restablecer el servicio de energía en más de 2 millones de hogares en varios estados.
Raleigh, 29 de Septiembre de 2024.- El número de víctimas mortales de la potente tormenta Helene se elevó al menos a 91 el domingo, y sólo en un condado de Carolina del Norte se registraron 30 muertes, según las autoridades, mientras los equipos de rescate luchaban el domingo por llegar a las personas necesitadas en todo el sureste de Estados Unidos.
El sheriff del condado de Buncombe, en Carolina del Norte, confirmó este domingo la muerte de 30 personas en esa localidad a causa del devastador paso de Helene..
«Tenemos otra actualización devastadora. Ahora tenemos 30 víctimas confirmadas debido a la tormenta», dijo el sheriff Quentin Miller en una rueda de prensa. «Seguimos llevando a cabo operaciones de búsqueda y sabemos que estas también pueden incluir operaciones de recuperación (de cuerpos)», agregó.
La tormenta dejó una estela de daños en varios estados, como Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Tennessee. Los fuertes vientos y las lluvias torrenciales dejaron algunas ciudades en ruinas, carreteras inundadas y millones de personas sin electricidad.
Carolina del Norte registra 37 fallecidos, otras 25 personas murieron en Carolina del Sur, 17 en Georgia, 11 en Florida y una más en Virginia, según los recuentos de las autoridades locales compilados por AFP.
Millones de hogares sin electricidad
Casi 2,5 millones de hogares seguían sin suministro eléctrico el domingo, según el portal poweroutage.us.
El funcionario del Departamento de Energía de EE.UU. Matt Targuagno dijo que los equipos estaban trabajando duro para restablecer la electricidad, pero advirtió que sería «una respuesta compleja, de varios días”.
En tanto, miles de personas seguían buscando ayuda en refugios gestionados por la Cruz Roja estadounidense, dijo la responsable de la organización Jennifer Pipa.
Helene sopló en la costa noroeste de Florida como un enorme huracán de categoría 4 con vientos de 225 kilómetros por hora y aunque se debilitó rápidamente tras entrar a tierra, causó estragos.
Carolina del Norte fue testigo de algunas de las peores inundaciones, con el gobernador Roy Cooper diciendo que los rescatistas se vieron obligados a transportar suministros por aire en algunas áreas debido a las carreteras dañadas o inundadas.
Riego de ruptura de presas
«No sé si alguien podría estar totalmente preparado para la cantidad de inundaciones y deslizamientos de tierra que están experimentando en este momento”, dijo Criswell en CBS, y agregó que se estaban desplegando más equipos de búsqueda y rescate.
William Ray, director del departamento de gestión de emergencias del estado, advirtió de que las condiciones seguían siendo extremadamente peligrosas.
Cientos de carreteras de toda la región permanecían cerradas, con varios puentes arrasados por las aguas, mientras continuaban activas tres alertas de inundaciones repentinas en el oeste de Carolina del Norte ante el riesgo de ruptura de represas, informó el director del Servicio Meteorológico Nacional, Ken Graham.