El parlamentario se refirió en duros términos, a las malas prácticas que – hasta ahora – se han asociado, principalmente, al Partido Republicano, quienes por redes sociales han denostado a la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei; señalando que “hay que combatirlas desde todos los sectores, como principio, más allá de las diferencias políticas”
Valparaíso, 30 de Julio de 2025.- En medio del creciente uso de redes sociales para campañas políticas, los candidatos presidenciales han sido objeto de una serie de ataques coordinados mediante bots, dirigidos a dañar su imagen pública con desinformación, insultos y campañas de desprestigio.
Ante esta situación, el senador Esteban Velásquez (FRVS) expresó su profunda preocupación por el tono que están tomando ciertas expresiones políticas en el entorno digital, señalando que “más allá de las campañas, no debe haber espacio alguno para los ataques personales, a la honra o a la dignidad humana”.
En este sentido, el parlamentario hizo un llamado transversal a erradicar este tipo de prácticas y enfatizó que “estas conductas, muchas veces promovidas desde sectores extremistas, no le hacen bien a la sana democracia. Hay que combatirlas desde todos los sectores, como principio, más allá de las diferencias políticas”.
“»Es sabido que uso de bots para influir en la opinión pública y generar odio en redes sociales representa una amenaza directa a la integridad del proceso democrático, fomentando la polarización y desincentivando la participación ciudadana. Es por esto que como legisladores, autoridades y ciudadanía debemos exigir que el debate público debe centrarse en ideas y propuestas, no en descalificaciones personales ni en estrategias digitales que solo buscan enlodar. Chile necesita una discusión de altura, respetuosa y constructiva, especialmente cuando se trata de elegir a quien dirigirá los destinos del país”.
Frente a esto, el senador Velásquez llamó a fortalecer la legislación sobre ciberseguridad y campañas digitales, y reiteró que la defensa de la democracia requiere también resguardar el respeto entre personas, incluso en medio de la legítima confrontación de ideas.









