El Municipio Abierto tiene en marcha un Plan de Gestión Local Participativo que en esta primera etapa incluye a tres sectores de la comuna donde se trabaja con gestores territoriales para la elaboración de un modelo de acción que promueva la participación social, política y vinculante de las comunidades.
Quilpué, 26 de Septiembre de 2022.- Hace más de 30 años que Miguel Fuentealba, presidente de la Junta de Vecinos Villa Serena 3 de Belloto Norte, participa activamente en esta agrupación. Durante este período lograron levantar la sede que hoy los cobija y diversos proyectos en beneficio de la comunidad. Sin embargo, frente al explosivo crecimiento demográfico de la comuna y que también es muy evidente en su sector, se han multiplicado las necesidades y también ciertos problemas que con urgencia deben abordarse.
Para Miguel y bajo la luz de su evidente experiencia, es fundamental que estas problemáticas se traten en conjunto con una participación activa de los vecinos y vecinas.
«Son los procesos que vienen; dejar de decir: “hay que hacer” y cambiar por “tenemos que hacer”. Para eso, es necesaria la relación permanente con el municipio y las comunidades como parte activa para solucionar los problemas, no pidiendo siempre que la municipalidad resuelva. Cuando llegamos aquí hace 32 años, yo creo que habíamos como 65 mil o 70 mil habitantes en Quilpué y hoy somos más de 150 mil y estamos hablando de la misma municipalidad, entonces hay que pensar que es imposible resolver todos los problemas sin acción de la comunidad.”
Desde la Municipalidad de Quilpué, la propuesta está enfocada precisamente a avanzar en un modelo de trabajo participativo, que fomente la activación comunitaria. Así lo explicó la alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillan.
“Uno de los objetivos del Municipio Abierto es trabajar en la equidad territorial, en que el acceso a los servicios sea igual para todos y que se vayan disminuyendo las brechas de transporte, distancia, etc. Debe ser el municipio el que se acerque a los territorios, y en ese contexto, Quilpué tiene 14 unidades vecinales y nosotros hemos elegido las tres con mayores problemáticas de lejanía, que son el sector de Canal Chacao, de Belloto Norte y Colliguay. El objetivo es descentralizar los servicios, pero también se trabaja bajo criterios de invisibilización que han tenido históricamente estos territorios para el municipio, donde se ha invertido, pero muy poco, o se ha generado muy poco trabajo municipal. Hoy queremos estar cerca, trabajar con ellos y superar estas brechas y el diseño de trabajo territorial apunta a eso, a organizar a la comunidad, a trabajar en conjunto en un plan que gestionemos entre todos e ir priorizando las necesidades de los territorios para avanzar en disminuir las brechas territoriales.”
Fomentar la activación comunitaria para despertar o fortalecer el sentido de pertenencia y cohesión social; colaborar en la generación de redes entre las organizaciones sociales y buscar alianzas público privadas en beneficio de los vecinos y vecinas, son otros de los objetivos que busca esta modalidad de trabajo.
Pablo Uribe, gestor territorial de la Municipalidad de Quilpué a cargo de Belloto Norte, explica que en su sector son alrededor de 25 a 30 juntas de vecinos, más todas las organizaciones, comités de vivienda y condominios donde cada uno tiene su comunidad. Parte del objetivo de este plan, es unir a todas estas comunidades.
“He estado reuniéndome con las juntas de vecinos, trabajando algunas problemáticas, porque a medida que me voy juntando con ellos van surgiendo problemáticas que también tiene la junta de vecinos de al lado, y así vamos uniendo a los vecinos de las juntas, presentando, viniendo al territorio, de repente hasta tomando tecito con los vecinos ya que la comida une a la gente (ríe). A futuro vamos a comenzar a convocar a las mesas territoriales, tras el diagnóstico, que son instancias de diálogo de vecinos de distintas organizaciones. Uno de los principales trabajos del gestor territorial es unir, enlazar al territorio.” En relación a las fortalezas y debilidades detectadas hasta ahora, Uribe explica que “las principales fortalezas que veo acá es que todos tenemos esa llamita adentro de querer el bien de la comunidad, trabajar en conjunto para el territorio y la ciudadanía. Yo creo que como municipio tenemos que agarrarnos de eso porque entramos al municipio por esto, por el bien de la comunidad, del territorio y para poder mejorar esta comunidad. No culpo a los vecinos, pero hay mucho individualismo y baja participación de personas jóvenes entre 20 y 30 años, entonces uno de los desafíos en involucrar más a los jóvenes, buscar métodos para poder hacer que se interesen en las políticas públicas, en el trabajo que estamos haciendo y sacar un poco esa idea de que somos seres individuales.”
Dentro las acciones que conlleva este plan, se consideran procesos de formación continua, postulación a fondos concursables, evaluaciones y seguimientos, seminarios, conversatorios, talleres y diversas jornadas de gestión municipal y participación comunitaria.