El régimen sirio de Bachar al Asad se ha embolsado unos 100 millones de dólares de la ayuda humanitaria, gracias a la disparidad entre el cambio oficial y el valor de la lira siria frente al dólar en el mercado legal.
Washington, 26 de Octubre de 2021.- Una de sus autoras de la investigación, Natasha Hall, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), explicó que los desvíos se «aceleraron» hace dos años al crecer la brecha entre ambos tipos de cambio y alertó de que esas cantidades podrían ser mucho mayores.
Los investigadores basaron sus cálculos en la media anual de la tasa de cambio para organizaciones humanitarias -de unas 1.500 liras por dólar hasta que el Banco Central (BC) subió el valor oficial de la moneda local a 2.500 el pasado abril-, frente al fluctuante tipo de cambio en el mercado negro, que el pasado marzo alcanzó las 4.700 liras por dólar.
Sin embargo, el estudio solo abarca la ayuda incluida en el Informe Estadístico Anual sobre Actividades de Adquisición de Naciones Unidas, en el que únicamente el 80 % de las entradas son públicas debido a la «ocultación» de información por cuestiones de «seguridad» o «privacidad».
Régimen también «desvía” suministros de los convoyes
«Por donde estaban ubicados los vendedores, extrapolamos si se habría necesitado cambiar dinero a liras sirias (…) Es muy difícil conseguir las cifras, de modo que lo que hicimos fue optar por la estimación más conservadora posible y para ello fuimos con la base de datos de la ONU», detalló Hall.
En 2020, las agencias de Naciones Unidas cambiaron al menos 113 millones de dólares a la moneda local para sus adquisiciones, de los que unos 60 fueron «desviados» por la disparidad en el tipo de cambio, pero esto es solo una pequeña parte de los cerca de 2.500 millones de dólares que la comunidad humanitaria asigna al país anualmente.
Según Hall, también se practican otras formas de «desvío», como apropiarse de los suministros de los convoyes, parte de los cuales se cree que acaba en manos del Ejército o a la venta en los mercados, y de «manipulación», como la «priorización» de ciertas organizaciones y empresas en los procesos de licitación.
Algunas de estas compañías han sido acusadas de «violaciones de los derechos humanos», mientras que uno de los actores principales en la implementación de proyectos, el Fondo Sirio para el Desarrollo, fue fundado por la primera dama siria y objeto de sanciones internacionales, Asma al Asad.
Los fondos «desviados» a través del tipo de cambio van al BC, también sancionado, de acuerdo con el informe.